cronica del 23 y 24 de marzo de 2006. Plaza de mayo.

23 de marzo- 21 hs.
Nos dirijíamos hacia la Plaza de Mayo desde zona sur, intentando no pensar en qué íbamos a ver una vez que llegáramos ahí; obviamente que era un tema del que todo el mundo estaba hablando, especialmente con la "gran idea" impartida por el gobierno que significaba que el 24 de marzo, se convertiría en un feriado nacional. Todo un tema aparte. El punto era que, particularmente yo, iba con otra idea de lo que se da en llamar una vigilia. Probablemente mi inconsciente quería otra cosa.
Llegamos, sin problemas. Ubicamos el escenario, ubicamos los baños, las carpas, los fanáticos de La Renga ( que también fueron un tema aparte), dimos la vuelta por detrás y nos ubicamos al costado derecho de las carpas mirando hacia la gente, como si estuviésemos parados allí en el mismo lugar donde después estarían Gieco, Fontova, Parodi, Vicentico (no!!! la Renga no!!!), y las madres por supuesto.

Ya habíamos discutido acerca del papel actual de las madres en lo que es todo el universo que quiere ´no olvidar´, que trabajan para eso (si bien deberíamos ser todos). Muchos me decían que las madres, no la línea fundadora, había perdido su objetivo y se habían vuelto oficialistas o kirchneristas porque dejaban de marchar. Más allá de la opinión que fundamentaremos más adelante, estar en un acto donde se recuerda la memoria de gente igual a cualquiera de nosotros supera las barreras del posible favoritismo o no por una asociación. Por esto decidimos ir sin pensarlo demasiado.

La noche ofrecía calor y la sed a través de la viveza, muchas vías para saciarla. La plaza estaba llena, había partidos políticos, asociaciones que representaban a comedores, gente sin elecciones que se acercaba por razones varias, muchos para recordar, otros para llorar y asi liberar enojos.
Enfrentado al escenario estaba un cúmulo de gente y por detrás el cabildo. Comenzó el espectáculo León Gieco, tocó un par de temas y bajó. A él le siguió Horacio Fontova, su show fue más extenso y sabio. Teresa Parodi subió con los ojos iluminados de alegría pareciera. Continuaron los representantes de Mendoza, el grupo Orozco Barrientos,ya había subido uno de ellos a cantar con Gieco. Fueron quienes amoldaron la sitación para Vicentico. Este último recibió una zapatilla voladora que logró que por quintuagésima vez que los organizadores del evento llamaran la atención al público de las primeras final, porque la conclusión sería que paraban todo.
Dicho ésto, pasó el tiempo de la música, y llegamos al video presentado por los alumnos de la universidad de las madres, que se centraban en la evolución de ellas como asociación.
(En algún momento que no noté el 23 se transformó en 24 de marzo).

Particulamente, y ésto no significa que todos los integrantes de lgrupo tengas que opinar de la misma manera, si bien se entendió desde el comienzo que se avocaba a explicar la evolución de las madres como grupo, sentí que faltaba información.

El acto continuó con un discruso pronunciado por Hebe de Bonafini, donde creo que más allá de querer hacer notar que la lucha se libra todos los días; se apreció un lazo muy, casi demasiado fuerte diría con el gobierno kirchnerista.

Quiero resaltar que no adhiero a la postura que mostraron en su discurso de mostarse pro oficialismo, porque me parece que su objetivo de lucha va muchisimo más allá de cualquier acto o acción que se haga con un fin netamente político ( en el sentido de políticas gubernamentales). No hay que sentirse felices porque se bajen los cuadros, sino porque se los saque de sus sillones. Si nos conformamos con actos tan simples, entonces nunca se llegará a nada. Entiendo que ellas, las madres y abuelas como asociaciones plantearon una lucha muchas más profunda y es justamente por eso que se ganaron el respeto de tantos, y es también la causa de que tanta gente, creo yo, las critique hoy.

Todo en el marco de una plaza que vio y dio mucho de que hablar. Vio madres y abuelas circulando y empapando sus baldozas, vio gente comun caminar sin nada que decir, la mente en blanco, vio hijos abrazar a sus propios hijos, vio presidentes salir a los balcones, vio a gente esperanzada creer en iluminados, porque es ese el destino de nosotros como sociedad...esperar la llegaba milagrosa del iluminado.