27.6.06

Dar una mano no cuesta nada


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23.6.06

Cuento sencillo

Colaboración de las cosas.

Después de tantas expectativas generadas, había llegado el momento de lucirme. La convocatoria fue extraordinaria. Todos los familiares, incluso los del interior, habrían llegado a la casa de los Pardini para deleitarse de los más exquisitos sabores que podría cocinar. Sin embargo se acercaba la hora de la cena y me encontraba sola, a oscuras y muy lejos de la fiesta. Al parecer nadie había advertido de mi ausencia, siendo hoy la gran noche de mi debut.
Los gritos provenientes de la cocina daban cuenta de una discusión. De repente un sentimiento de duda me invadió. Los gritos cesaron y un ruido de cacerolas despertó mi más profundo temor; que podría ser fácilmente reemplazada por otra con mayor experiencia.
Desconocía el lugar donde me hallaba, al parecer se trataba de la azotea de la casa. Los objetos que me rodeaban estaban en desuso, ya que a todos ellos los cubría un manto de polvo añejado.
No comprendía como es que llegue ahí, luego recordé que un niño, me habría tomado de la cocina utilizándome como juguete de sus interminables fantasías. Que una vez concluidas estas, también terminaría conmigo, dejándome olvidada en la parte más alta de la casa, lejos de mi lugar de trabajo.
La escalofriante idea de no ser encontrada jamás, me reanimo para juntar fuerzas, me deslice escalones abajo hasta llegar donde se encontraban todos los invitados. Y aunque ese no había sido mi plan inicial como entrada, de igual manera deje a todos desconcertados.


Angie (G. A.)
Mariana
Manuela

16.6.06

Berborragicas palabras fluyen

El desgarro perfecto,
la marea,
el sueño en vida
de un color perdido.

El brillo inconsciente de
mil espejos,
deshaciéndose en gotas,
sobre el cuerpo desnudo,
maltratado.

Perdiendo el nombre
entre ecos y matices
sin control,
en un giro eterno de ruegos
salvajes.

El alma en escala
de grises,
los poros cansados
de gritar,
y un último suspiro
entrecortado
que carcome el sabor
de la luna nueva.



- Juan Pablo Grabowski -

Debido a su destreza como escritor, y su busqueda de las palabras correctas para sus escritos, para asi ayudarnos a imaginarnos mas fácilmente ciertas acciones, paisajes, sentimientos, etc, hoy subimos otra de sus obras para deleitarnos con su armoniosa escritura.
G. A.

10.6.06

Crónicas. 07-06 *Día del Periodista*

El 7 de junio fue el Día del periodista en éste país. Pasó. No hubo actos minoritarios ni masivos; sin embargo a los periodistas se los vio masivamente, en cajillas de plástico llamadas vulgarmente televisores. Ellos que a veces no se dejan leer, por problemas de mercado, porque no llegan, se dejan observar. Claro, es la sociedad del consumo "visual", y si en ninguna profesión se deja eso de lado, menos en ésta.
Durante muchos años no nos dejaron pensar libremente, hoy en día tampoco, (se usan otros métodos, eso claro está). Sin embargo, hay toda una franja de investigadores (de todas las áreas) que quiren abrir las puertas de las retinas para llegar a un camino que no es imposible, y es el de una pluralidad verdadera.
El periodista es por excelencia, un personaje social que busca y encuentra todo el tiempo, vive en un mundo de policial negro, lleno de intrigas, de espionaje laberíntico, sobretodos, mucho humo.
Esa sed de revolver, mas allá del derecho que existe de recibir, buscar y dinfundir información por parte de todos, seamos o no habitués de la profesión, en ellos es algo vocacional.
Es difícil portar con un estandarte de información y saber prescindir de algunas cosas para poder volcar otras en lo soportes. Pero, más allá de todos los problemas existentes hoy en día en el campo de investigación periodística, felicito a todos, los que no se dejan llenar los bolsillos, ni amordazar, ni vendar, y que optan por gritar con todas sus fuerzas , hasta que mucha de la sordera devenida por un historicismo vuelva a oir.


Feliz día. Para todos los que no llegaron, los que están y los que vendrán.


M.
G.A.

2.6.06

Berborragicas palabras fluyen

Desde el sendero fugaz
de una muerte temprana,
el crisol de vidas me conmueve.

Es puro el temor de un recuerdo
de los besos
del deseo enardecido,
de los brazos y las pieles,
de dios,
del mundo,

En un grito ahogado
que desarma el
último gemido,
se entrega el alba
en el más fugaz de los encierros.

Corremos,
y no es nada mas el sol,
lo que nos obliga a ser
sombras.


Invitado especial de G.A.
Juan Pablo Grabowski