Acercándonos al triste, pero necesariamente a recordar y no olvidar, aniversario de los 30 años de aquel 24 de marzo de 1976, donde desaparecieron y fallecieron miles de personas, victimas de la maldad y terror implementado por los Generales Videla, Massera y Viola. Nos gustaría, talvez en forma de homenaje, contar un poco acerca de lo que fue el tema cultural en aquellos años, valiéndonos de la situación política-social que se estaba gestando.
El panorama argentino desplegado durante el proceso, nos muestra una tensión de fuerzas que actuaron en la totalidad del campo cultural, en donde predominaba una fuerte vanguardia. El impacto de la dictadura sobre el campo cultural se concretó eficazmente sobre los espacios de la cultura popular. De esta forma los artistas, valiéndose de sus imágenes y discursos, fueron posibilitando su inserción en el imaginario nacional y colectivo de la gente predominando un clima de actitud combativa de renovación en las ideas. De esta manera, la comunidad artística indagaba una nueva forma de relación entre el arte y la realidad social. Por ejemplo, dentro de la cultura del rock, predomino el uso de metáforas en sus temas donde el propósito era ocultar su visión de la realidad y descontento para con las políticas represivas implementadas por el gobierno dictatorial, sin llamar la atención de este, manteniendo una relación de concordancia, ida y vuelta con su público.
Es así, que entender las producciones artísticas, inmersas en un clima de desconfianza, miedo, incertidumbre y descontento, llevo a una visión parcial de un desarrollo avanzado y programado de una esfera política que reprimía en todos los ámbitos.
Cuando hablamos de producciones artísticas nos referimos a todo aquello que los militares calificaban como “peligroso”, “subversivo” y por lo cual debía de ser eliminado; la amplitud de temática del material analizado seria difícil de cuantificar: afiches, obras de teatro, novelas, libros escolares –de lectura, francés-, atlas de geografía, poesías, ensayos, artículos periodísticos, folletos, fanzines, revistas, diarios, programas de televisión, concursos literarios, congresos de escritores, obras nunca traducidas al español, libros antes de ser traducidos a nuestro idioma, actores, directores, películas, programas de radio, fotos, recitales, discos vinilos, música…En fin, la cultura misma. Porque el enemigo podía estar en cualquier parte.
Maria de los Ángeles Milan - grupo astrolabio.
2 comentarios:
La verdad me gusta este lugar he!, felicidades angie feliz inaguracion a vos y tu compañera.
salud muchachas! y sigan adelante
Muy interesante el artículo, no abundan los análisis a cerca de la influencia de la dictadura en lo cultural. Además el rumbo que tomó la cultura popular hacia una protesta generalizada es un tema digno de ser analizado. O más bien, porqué al bajarse la dictadura del poder desapareció también el arte con contenido ideológico o subversivo o bien se reclutó a ambitos “under” o de poca difusión.
Como bien dice Angeles, en los años setenta los músicos reprochaban las políticas represivas a través del arte. La violencia por parte del gobierno estimulaba la creación de productos culturales subversivos. ¿Qué pasa entonces con la cultura actual? Hoy tenemos estimulos, nos vemos rodeados de violencia e injusticias todos los dias. ¿Como puede ser que el clima de actitud combativa de renovación en las ideas sobreviva solo en el recuerdo de algunos nostálgicos o en la ideología de unos pocos? ¿Cómo puede el arte actual hacer la vista gorda con las cosas que pasan? ¿O es que no hay espacios donde expresar ideas alternativas? Creo que este último es uno de los factores. Y es por eso que celebro la creación de este sitio. Así como también la libertad que el ciberespacio nos ofrece, donde es posible encontrar tanta basura al navegarlo que un astrolabio se vuelve algo imprescindible.
Saludos, Mariana.
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