23.3.06

Memorias...


Algo que caracterizaba mi miedo en esos años era el sonido de ese maldito ascensor. El ¿¡ ascensor !?, un aparato que permite a las personas subir a través de alguna construcción de varios pisos. Hoy en día los hay de todas las formas y están más aceitados, el mío era particularmente ruidoso. Por un lado estaba bien que así lo fuera porque permitía saber cuando alguien, luminoso u oscuro, subía o bajaba...pero era eso justamente lo que más me aterraba. Cada vez que ese ruido...mi cabeza daba vueltas entre todo lo que sabía que tenía que recordar. Había hecho ejercicios para recordar, definitivamente era algo más que importante para mi, porque sino no iba a hacer todo lo supuesto, y si me ponía nerviosa entonces no iba a poder. Me tenía que acordar de todo, del bolso, los documentos, mis llaves, los teléfonos útiles, las calles que tenía que hacer, hasta tenía contadas las calles. El hecho de contar las calles era casi un ejercicio de esos que realizan los ciegos, porque de esa manera conocen el terreno, para mi, aunque mantenía la visión (lo cual no se si era tan bueno) era lo mismo, tenía que conocer el terreno tanto de día como de noche. Aunque, por lo menos para mi, casi siempre era de noche . Una noche envolvente, que se hacía más fuerte cada vez que escuchaba ese trastornado asensor. Vivía en un tercer piso, tenía un ventanita (porque su tamaño no permitía que en "mundo de las aberturas en paredes" se denominara ventana) que permitía que uno salte sin quebrarse 134 huesos. Igualmente también había estado practicando eso. Cada vez que llegaba al hospital pensaban que estaba loca. Pero aunque sea llegaba hasta el hospital medio inconsciente, asi que lo bueno era que algunas calles había memorizado con todo éxito. No vivía las veinticuatro horas en mi departamento, pero sabía casi con seguridad que no había asensor peligroso en mis otros lugares a los que habituaba asistir. Si bien había otros peligros...pero ninguno era tan oscuro como el asensor. Después de todo el año de haber estado analizando los demás peligros, llegué a pensar que mi casa era una caja de castigo, dispuesta así por alguna mente siniestra. Cada vez que pensaba en eso recordaba al Eternauta y su lucha contra los Manos. ¿Habría realmente una "mente malévola" de trás de toda ésta situación?. Cierro loa ojos, los vuelvo a abrir, aparpadeo se llama eso -pienso-, estoy casi meditando, como e una burbuja de silencio, hasta que hay una aguja sonora rompe mi burbuja, alguien toca un botón. El bolso, las llaves, la casa de Mirta, la de Juan, la facultad, mi vecino, el gobierno, los verdes, el paso de ganso, mi mamá. Mis recuerdos. El asensor, sube 1...agarro el bolso, sube 2...las llaves, sube 3 ...transpiro, abro la ventana, ...oigo pasos, la ventana se traba...fuerza! la abro, salgo, tiran mi puerta abajo, -¡policía!, dicen...yo ya salté. Ya estoy corriendo, las lágrimas caen por mis mejillas, la risa y la bronca, una vez más me pierdo entre la gente, una vez más estoy harta de no ser nadie para no ser alguien que ya no es...


Esta es mi forma de rendir tributo a todos los que desaparecieron durante y depués del proceso en vida.
Vale aclarar que la idea del asensor la tomé de una maldita anécdota de una profesora nuestra de la facultad.


1976- 2006. 10 950 días de Nunca más...y contando...


María de la Victoria Pardo. grupo astrolabio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Usted sabe que esta haciendo su hijo en este momento" fue la forma que la dictadura que inicio en el 76 encontro como certero latigo para el sometimiento de todo un pueblo, mediante la instauracion del terror, el horror, el domnio y la muerte. miles de adolescentes fueron masacrados bajo este justificativo "estamos en guerra" "son todos subersivos" si estos señores supieran que subertir no significa mas que cambiar el orden de las cosas, eso era lo que a quienes hoy debemos llorar, ya que murieron por nosotros!!!, querian en un grito mudo decirle a la sociedad sorda de aquella epoca, sorda y en algunos casos facilista y acomodaticia, 30.000 almas claman hoy aun por justicia, por haber sido perseguidos, torurados, masacrados, y abandonados cual animales. En el 76 solo contaba con 12 años dos años despues no me quedaban dudas de lo que estaba ocurriendo y en mis ecasos años no podia entender la ceguera generalizada y los miles de justificativos que la gente mayor encontraba para quitarme las ideas "locas" de mi cabeza..."algo habran echo" decian por ahi, y seguramente que si!! trataban de mostrarnos la realidad, lo que estaba pasando, pero muy poco escuchaban!!! Lo que aprendi de todo aquello fue a no tener miedo, a sentir la necesidad de expersarme libremente y decir lo que pienso y lo que creo, podran matar y destruir el cuerpo, pero el espiritu la romantica inspiracion de las ideas y el pensamiento JAMAS es elimido.....JAMAS!!! Por eso mañana a 30 años la Plaza de Mayo estara colmada de quienes como yo creemos que la Justicia no es una UTOPIA y que esas 30.000 almas no murieron en vano!!! Voy estar junto a mis hijos DICIENDO PRESENTE AQUI ESTOY POR USTEDES!!!

grupo astrolabio dijo...

Creo que estamos bastante de acuerdo, si bien mucha gente presuponía que las corrida a los estudiantes, las chupadas a los vecinos o a propios familiares eran normales, hoy esperamos que esas personas hayan cambiado de opinion, que se hayan sacado la venda y entonces debemos sentirnos bien y alegres, porque nada habra sido en vano.

Por supuesto que tambien consideramos que todo lo que hicieron valio la pena, pero las muertes tuvieron que haber dado algun fruto, y eso se vera hoy y se vera mañana, y se debiera ver durante el resto de nuestras vidas cuando todos vayamos educandonos y entendiendo que todo lo que paso, no paso porque estaban metidos en cosas raras, paso porque alguien tenia miedo de perder poder.

gracias por haber dejado tu opinion.

Anónimo dijo...

Felicitaciones a Victoria, el relato es hermoso digno de la brillante escritora que es. Un saludo.