23.6.06

Cuento sencillo

Colaboración de las cosas.

Después de tantas expectativas generadas, había llegado el momento de lucirme. La convocatoria fue extraordinaria. Todos los familiares, incluso los del interior, habrían llegado a la casa de los Pardini para deleitarse de los más exquisitos sabores que podría cocinar. Sin embargo se acercaba la hora de la cena y me encontraba sola, a oscuras y muy lejos de la fiesta. Al parecer nadie había advertido de mi ausencia, siendo hoy la gran noche de mi debut.
Los gritos provenientes de la cocina daban cuenta de una discusión. De repente un sentimiento de duda me invadió. Los gritos cesaron y un ruido de cacerolas despertó mi más profundo temor; que podría ser fácilmente reemplazada por otra con mayor experiencia.
Desconocía el lugar donde me hallaba, al parecer se trataba de la azotea de la casa. Los objetos que me rodeaban estaban en desuso, ya que a todos ellos los cubría un manto de polvo añejado.
No comprendía como es que llegue ahí, luego recordé que un niño, me habría tomado de la cocina utilizándome como juguete de sus interminables fantasías. Que una vez concluidas estas, también terminaría conmigo, dejándome olvidada en la parte más alta de la casa, lejos de mi lugar de trabajo.
La escalofriante idea de no ser encontrada jamás, me reanimo para juntar fuerzas, me deslice escalones abajo hasta llegar donde se encontraban todos los invitados. Y aunque ese no había sido mi plan inicial como entrada, de igual manera deje a todos desconcertados.


Angie (G. A.)
Mariana
Manuela

No hay comentarios.: